Por Salvador Echeagaray
En medio de lágrimas de nostalgia por la despedida inminente, pero con la gran satisfacción por haber alcanzado una importante meta en su vida, las alumnas de la Escuela Normal Privada de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), celebraron la ceremonia de su graduación.
En un emotivo discurso, la Maestra Georgina Ivette Álvarez Cortés, agradeció a sus ex alumnas la distinción de haberla elegido como su madrina de generación, “lo cual me llena de orgullo”, dijo.
Álvarez Cortés, hizo un recuento de los memorables momentos que pasó con las ahora Licenciadas en Educación y Licenciadas en Preescolar, y les deseó gran éxito en su labor como docentes en el kinder y en la primaria.
Por su parte, el Dr. Ismael Zamora Tovar, decano de la Unidad Académica de Ciencias Sociales y Administrativas, alertó a las graduadas a tener una visión de futuro, pues dijo: “ello es esencial para no perderse en el camino. Hay que reflexionar sobre los fines compatibles con la dignidad humana; esto permitirá, a través de la vivencia de los valores, mejorar realmente nuestras condiciones de vida y para ello es indispensable actuar con humildad reconociendo nuestras circunstancias”.
Zamora Tovar, agregó: “ver hacia delante, tener una visión, un ideal de familia, de sociedad y de país; en donde la educación sea una tarea de todos: familia, sociedad, empresa, medios de comunicación, autoridades; en donde se invierta tiempo, dinero y esfuerzo en educación; para lo cual, es necesario concentrarse e formar buenos maestros, con estatus social y donde los incentivos salariales se oriente en función del aprendizaje de sus estudiantes. Se trata pues, de una política de Estado en que la nación entera acuerda sólo a favor del desarrollo social”.
Así mismo, la maestra María Gabriela Díaz Medina, directora de la Escuela Normal Privada de la UAG, dio una palabras muy emotivas a las alumnas, por ejemplo, citó a Pitágoras, con la frase “Educar es templar el alma para las dificultades de la vida”. Y agregó: “esta definición encierra la esencia misma de la educación, porque ello implica la formación de la persona completa, es decir, con cuerpo y alma, con facultades que deben desarrollarse armónicamente”.
Al finalizar los discursos las nóveles docentes, fueron pasando una a una a recibir su reconocimiento que las acredita como profesionales de la educación.
Posteriormente, las graduadas dieron un regalo a su madrina y la alumna Andrea Tostado Contreras, en representación de sus compañeras, tomó la palabra para agradecer a Dios, a sus padres y maestros, así como a sus compañeras de clase, esta oportunidad de alcanzar una meta más en la vida.