Hoy nos hemos reunido para inaugurar este Décimo Foro Internacional Fe y Ciencia con el tema: «Cristo Rey». Congruentes con la filosofía de trascender con valores, convocamos una vez más este evento para aportar temas vitales para la comunidad universitaria y la sociedad, señaló el Lic. Antonio Leaño Reyes, Rector Magnífico de la Universidad Autónoma de Guadalajara
Cristo es Rey; lo afirmó ante Poncio Pilatos. “¿Tú eres Rey?”, le preguntaría al Señor. La respuesta es categórica: “Tú los has dicho. Yo soy Rey. Para esto nací. Para esto vine al mundo”. Potente afirmación que no deja lugar a dudas. La Realeza de Cristo es el tema principal del foro.
Agradecemos de antemano a nuestros expositores sus aportaciones para el buen desenlace a este evento, fruto de sus sabias intervenciones.
Estamos conscientes que volver a las bases de la cristiandad es la única solución para salir de las tinieblas dela Revolución Mundial, donde se ha desplazado a Dios de todo lugar, hasta de las familias, último bastión de la religiosidad.
Tenemos, pues, que glorificar a Cristo Rey en su reinado. Iniciamos nuestro décimo foro, esperando que sea un éxito, en cumplimiento de nuestra labor educativa para la sociedad.
Mucho éxito, que Dios los bendiga, concluyó el Lic. Leaño Reyes.
Por su parte el Lic. Juan José Leaño Espinosa, Presidente del Comité Organizador, señaló que hoy 25 de octubre del año 2013, llegamos al inicio del Décimo Foro Internacional Fe y Ciencia en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Comenzamos esta tarea de testimonio y esclarecimiento en el año 2000 con el primer Foro: «Creo para comprender».
Debemos afirmar que Nuestro Señor Jesucristo es Rey Universal, tal es la enseñanza que se desprende de las palabras del Apóstol San Pablo: Jesucristo «es la Imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; del hombre individual y el jefe de familia, del simple ciudadano y el hombre público, de los particulares y los pueblos, porque en él fueron creadas todas las cosas del Cielo y de la Tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades; todo fue creado por Él y para Él».
No hay reyes ni príncipes, parlamentos ni cámaras que puedan sustraerse a la Realeza de Cristo.
El liberalismo procura por medio del laicismo la emancipación del estado de la autoridad de Jesucristo, es radicalmente impío y anticristiano, grave pecado del entendimiento y de la voluntad, que para un cristiano, equivale a la total apostasía.
Sólo es sana la fe que enseña a gobernar los estados según estos principios y que no es sana la que se opone a ellos. En este punto no cabe neutralidad.
Al enviar el Eterno Padre a su Hijo Unigénito al mundo en carne humana, el primero de los soberanos títulos que quiso transmitirle fue éste de Rey. Nacido en pesebre, pero Rey; perseguido y desterrado, pero Rey; vendido, azotado y puesto en cruz, pero Rey. La invisible corona de Su Realeza Divina no se cae de Su Frente ni en las pajas de Belén, ni en los campos y aldeas de Galilea, ni entre las convulsiones y estremecimientos del Calvario.
Por estola Universidad Autónomade Guadalajara se somete a su Soberanía y en cumplimiento a su misión formativa eligió este fundamental tema en su décimo foro.
El mundo entra en un proceso de descristianización a través de múltiples herejías que hoy renacen para ser introducidas a través del liberalismo católico en las venas de su Iglesia.
Caímos en el engaño del progreso de la humanidad, la Ascensión a la madurez, la humanidad adulta que nos ha llevado a la rebelión contra la sabiduría a la decadencia de Occidente.
Cristo debe reinar en la educación, educar al hombre en la semejanza de Nuestro Señor, que lo lleva en la Verdad, la Belleza y el Bien, a ser perfectos corno nuestro Padre es perfecto. El hombre es premiado y castigado en la eternidad, los estados y las instituciones lo son enla historia. Elcriterio de discernimiento es la Fe.
Nosotros volteamos al hombre Dios, el que porta la corona más hermosa, la corona de espinas, al que reconocemos como Rey.
Mantenemos la esperanza en la Virgen que tiene la promesa de aplastar la cabeza del demonio.
«No se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó…»Omnia Instaurare in Christo».
Nuestra patria debe ser exorcizada y consagrada al Inmaculado Corazón de María, inicio de su Triunfo.
Hagamos lo propio en nuestros hogares, entronicemos a Cristo como Rey de nuestros hogares y a María Santísima como la Reina.
Reina de México, ruega por tu Nación
Sagrado Corazón de Jesús, perdónanos y sé Nuestro Rey
Ven Señor Jesús.