El egresado recibió un reconocimiento de manos del Rector de la UAG
Por Fernando Montufar/
El Dr. Salvador Flores García fue uno de los egresados de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) a quien se le entregó reconocimiento en la ceremonia Retorno 2016.
Fue un momento muy emotivo para él, para las autoridades y el resto de los egresados ya que el Dr. Flores García salió de las aulas hace 71 años y cumplirá 100 años de edad en próximo mes de diciembre.
Relata que era un joven de 18 años cuando inició el movimiento estudiantil que culminaría con la fundación de la UAG, así que le tocó vivir aquella epopeya. Presenció el sacrificio del Lic. Salvador Torres González, considerado como uno de los tres mártires de la Libertad de Cátedra, ya que cayó abatido en la marcha del 3 de marzo de 1935.
Posteriormente, Francisco, uno de los hermanos del Lic. Torres González, fue su compañero escolar en la UAG, sigue recordando don Salvador, quien originalmente estudiaba en el Seminario Conciliar de Guadalajara pero mantenía la ilusión de ser médico.
“La oportunidad se me presentó por medio del Lic. Antonio Leaño Álvarez del Castillo que fue quien me ayudó a revalidar la preparatoria mediante exámenes a título de suficiencia”, recuerda el médico.
Ingresó a la Facultad de Medicina en 1941 y cuando terminó la carrera hizo su servicio social en un pueblo cercano a Guadalajara en donde estuvo algunos años, para después entrar a trabajar al Seguro Social donde permaneció hasta que lo pensionaron.
Recuerda que también llegó a impartir clases de Geografía Física y de Gramática en una secundaria que se ubicaba en contra esquina del templo de San José de Gracia, en el Jardín Núñez. Era muy bueno para las etimologías grecolatinas que había estudiado en el Seminario.
Algunos de los profesores que tuvo en la Facultad de Medicina y de quienes guarda un especial recuerdo son los doctores Carlos Uter, Víctor Guzmán Alemán y Víctor Manuel Durán, quienes siempre le brindaron apoyo y fueron sus ejemplos a seguir.
El Dr. Salvador Flores García dice que admira a todos los jóvenes que deciden estudiar la carrera de medicina y les envía un mensaje: “Sigan formándose en el seno de esta gran universidad, como unos profesionistas competentes y hombres de provecho para la sociedad. Dejen siempre muy en alto el nombre de su Alma Máter”.