Por Luis Durán/
En la época actual no sólo es necesario prevenir los daños del medio ambiente, sino que también urge implementar estrategias para restaurar los ecosistemas dañados por la actividad humana, indicó el Biólogo Ubaldo Zaragoza Araujo, profesor honorario de la Escuela de Biología de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
México es un País rico en biodiversidad y ecosistemas, pues a lo largo del territorio nacional existen selvas, bosques, lagos, lagunas costeras, manglares y arrecifes de coral, entre otros; sin embargo, todos tienen algún tipo de afectación por la mano del hombre.
“Los ecosistemas en México están, de alguna manera, con diferente grado de impactos ambientales, por lo tanto con un grado diferente de degradación ambiental”, afirmó el académico.
“Requieren (los ecosistemas) conservar, restaurar cuando sea necesario e implementar su protección para de esa manera realizar un uso sustentable de los recursos”.
En 2013 se publicó la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, la cual establece la obligación de realizar labores de restauración ambiental para aquellos que con sus actividades provoquen un daño al medio ambiente.
Y en general existen otras legislaciones, como la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, enfocadas en la protección de los recursos naturales; sin embargo, la situación actual del País indica que no siempre se respetan, dijo Zaragoza Araujo.
“Leyes yo creo que hay suficientes, pero además la misma Constitución Mexicana en su Artículo cuarto establece en uno de sus párrafos el derecho de gozar de un ambiente sano y adecuado para el desarrollo de los individuos”, dijo el Biólogo de la UAG.
Uno de los ejemplos más notorios de los efectos del daño al medio ambiente es que cada vez los fenómenos naturales son más destructivos. Como es el caso de los huracanes, que debido a la destrucción de los manglares el viento pega con más fuerza.
También el desarrollo urbano desordenado es otro de los factores que impactan ambiental y socialmente, pues existen viviendas que se construyen en zonas de riesgo.
“Podemos observar núcleos de población en cauces de ríos, en áreas donde puede haber deslaves porque hubo talas, etcétera, entonces tenemos una serie de problemas”, indicó Zaragoza Araujo.
El académico explicó que desde el 7 de septiembre la UAG comenzará a impartir la carrera de Ingeniero en Conservación y Restauración Ambiental, para la cual esta casa de estudios realizó una investigación sobre la situación del medio ambiente en el País y los requerimientos para su recuperación.
“De ahí se planteó el diseño curricular, qué tipo de conocimientos debería de tener y dentro de la carrera ya están plasmados esos conocimientos y esas materias que el egresado debe de tener y que lo va a capacitar para valorar la importancia de la conservación y conocer los diversos métodos o técnicas de restauración de ecosistemas”, afirmó el profesor de la UAG.
Otro de los problemas que se visualizan a futuro y que deben atenderse es la escasez de agua, pues en 20 años se estima que la demanda del vital líquido aumente en 40 por ciento, para evitar problemas se deben cambiar las políticas públicas, mejorar la infraestructura, evitar la contaminación y hacer un uso razonable, sentenció Zaragoza Araujo.