Adhara Jáuregui Metzeri es una de las estudiantes que se fue de intercambio a España.
Por Arturo Padilla/
Viajar, “ver mundo”, “conocer las Europas”, es una de esas oportunidades únicas en la vida; las que cambian la percepción de lo que te rodea y conoces, de quién eres, a dónde vas y deseas ir; te enseña a ser un líder, coincidieron en señalar tres alumnos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) que se fueron a estudiar, por casi seis meses, a la Universidad de Málaga, España.
Alan de Miguel García, de décimo cuatrimestre de la Carrera en Ingeniería de Software, viajó a esa casa de estudios para aprender nuevas técnicas y conocimientos en ingeniería de requisitos, modelado de software, técnicas computacionales y diseño de proyectos.
El alumno comentó que aprendió a ser organizado, responsable y a tener liderazgo “me siento feliz, aprendí cosas diferentes, técnicas diferentes e interesantes. En estos viajes te conoces a ti mismo, cambias como persona, nadie te dice qué hacer, eres dueño de tu tiempo y debes aprender a vivir y organizarte”.
Alan García manifestó sentir cierto extrañamiento al saber que personas de otros países, al enterarse de que era mexicano, se sorprendieron ya que ellos creen que los jóvenes de nuestro país no tienen el conocimiento para competir con los alumnos de Europa.
Sin embargo, también comentó que fue recibido por la comunidad de España de manera cálida, hizo buena amistad con los jóvenes de allá por lo que volvería a viajar. “Viaje también a Francia, Alemania y Portugal; fue una experiencia muy agradable”.
En Málaga son igual de fiesteros que aquí
La experiencia de un mexicano en otro país es siempre interesante y más cuando somos conocidos por ser alegres, cálidos con otros y extrovertidos con todos. Para Rodrigo Alonzo Orozco Becerra, de décimo cuatrimestre de Ingeniería en Software, ir a Málaga, España, fue una sorpresa ya que, dice él, la cultura es similar a la nuestra “son fiesteros, el lenguaje es diferente, se nos escapan algunas palabras, pero te adaptas rápido a su cultura”.
Orozco Becerra asistió a la Universidad de Málaga para tomar cursos de gestión y administración; tomó cuatro cursos: administración de proyectos, reingeniería de requisitos, matemáticas y modelado de software.
“Fui para aprender diferentes métodos de enseñanza y gestión de proyectos de software la experiencia es buena, más allá de lo académico, creces profesional y personalmente. Debes solucionar tus problemas, te hace valorar lo que tienes”, contó el alumno.
Uno de los detalles que llamaron la atención del estudiante es que el país ha creado una infraestructura tecnológica diferencia a la de México, así como muchas actualizaciones culturales que podríamos aplicar.
“Existen máquinas que te cobran en los supermercados, sí hay empleados en cajas, pero son las máquinas las que cobran lo que te llevas. Es muy interesante”, explicó Orozco Becerra.
Para el estudiante viajero, agregó, el mayor reto es adaptarse a la cultura del país y sus métodos de enseñanza “creo que, aunque es opcional, deberían hacer obligatorio irte de intercambio. Cambia tu manera de ser, de ver el mundo, de pensar. Todos deberían hacerlo, aventarse a lo que cambia tu vida”.
Orozco Becerra también tuvo la oportunidad de viajar a pueblos cercanos a Málaga, Barcelona y Madrid; y a su vez visitó Portugal, Italia, Francia e Inglaterra.
Testigos del día a día de otra cultura
Por otro lado, viajar es también la oportunidad de ser testigo de las curiosidades y cotidianeidad de personas de otra cultura, lo que ayuda a crecer como individuo, o al menos, es lo que piensa Adhara Jáuregui Metzeri quien también es alumna de décimo cuatrimestre de Ingeniería en Software y también se fue a la Universidad de Málaga.
“Aprendes sobre cómo viven allá, su día a día, las diferencias con México, es una experiencia inolvidable. Tuve miedo ya que iba sola, nunca había estado fuera del país, sin embargo, además de lo académico, aprendes mucho de los profesores, conoces nuevas personas. Cambia tu percepción”, dijo Jáuregui Metzeri.
Su experiencia como mexicana en otro país fue interesante; tuvo que acostumbrarse a la comida de allá, pensar e incluso andar de manera diferente “aquí hay mayor variedad de comida y el sabor es diferente, traté de buscar comida allá que más o menos se pareciera o me gustara. Claro, además te acostumbras a no estar con tu familia y amigos, aprender rutas de transporte, conocer la ciudad y a las personas. Es un reto enorme”.
Agregó que en las instalaciones de la Universidad de Málaga hay un número significativo de laboratorios de desarrollo de tecnología, y tanto en la UAG como en el país europeo hay profesores con un alto nivel de compromiso y conocimientos.
La estudiante agregó que uno de los muchos beneficios de irse de intercambio es que se tiene la oportunidad de viajar a Francia, Alemania, Irlanda, Holanda y Reino Unido.
“Si pueden viajar, háganlo; aprendes muchísimo, te conoces mejor a ti mismo, superas muchos retos, deja aprendizajes, una gran experiencia, me iría otra vez de viaje si pudiera”, recomendó la estudiante.
Estos resultados, son parte del trabajo en conjunto que los alumnos y el Área de Intercambios de la UAG realizan día a día para aumentar la internacionalización de sus jóvenes estudiantes.