Por Salvador Echeagaray/
“La ansiedad que produce en un trabajador la cuesta de enero podría incapacitarlo para el trabajo pues, provoca distracción, poca atención a las cosas, apatía, irritabilidad y hasta un shock de pánico”, dijo el Lic. en Psicología, Fernando Ruiz López, jefe del Departamento Psicopedagógico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
“Incluso, ante deudas agobiantes, llegan a quitarse la vida. Ahí es donde vemos que el valor del dinero es absurdo, porque la vida es invaluable”, explicó el experto.
El también profesor de la Facultad de Psicología explicó: “Viene la cuesta de enero y me doy cuenta que en diciembre gasté de más y hay que hacer frente a los compromisos y éstos generan ansiedad. Problema que se engrandece con la insistencia del pago de entidades bancarias o acreedores, que hostigan al deudor y lo estresan más”.
Ruiz López detalló que la ansiedad es una expresión psicológica que señala el grado de tensión desde uno natural a uno incómodo.
Explicó que todos en el trabajo mantienen un grado de tensión que permite una eficiencia, pero cuando empieza a surgir la ansiedad hay una respuesta exagerada de tensión hacia la tarea, pero si la ansiedad va en aumento se llega al estrés que va comprometiendo partes del cuerpo y al ansioso le duele la cabeza, cuello, espalda, lo que también le generan cierto grado de incapacidad.
El profesor de varias materias de la Facultad de Psicología señaló que cualquier adversidad que se ve como amenazante para la estabilidad del individuo se convierte en un factor que puede degenerar en un estrés y puede llevar a otras problemáticas como un falso juicio sobre la magnitud de la cuestión económica; en este sentido el estrés favorece sentimientos adversos en el sujeto quien empieza por autorecriminarse por no poder afrontar los compromisos económicos.
“Es importante que se sepa que no se vale por el dinero, el ser humano tiene un valor por encima de lo que ha desarrollado. Desgraciadamente nuestro sistema social gira en torno al dinero, si se tiene dinero hay una visión de felicidad, si no, genera una visión de fracaso e infelicidad”, dijo el terapeuta.
Soluciones
El jefe del Departamento Psicopedagógico de la UAG mencionó que hay que detenerse a reflexionar con calma y tranquilidad la magnitud del problema que está enfrentando, trátese del pago de un compromiso, como el pago de un carro, casa, renta, colegiatura y planear como salir de él, ya sea negociando pagos más bajos o reestructurando deudas.
“Hay que pensar las cosas con objetividad, a veces hay que sacrificar alguna cosa pero los bienes son para resolver males”, destaca.
Además, recomendó que la persona se dé un espacio, analice y haga una lista de sus compromisos y planeé los gastos, y negociar cuánto y cuándo puede pagar.
Ruíz López concluyó: “La felicidad no está en el dinero ni la infelicidad en la falta de dinero. Debemos visualizarnos como personas que estamos en este mundo para trascender; el ser humano es digno independientemente de las cuestiones económicas”.